sábado, 8 de marzo de 2014

UN MISMO ÁNIMO

Cuando vamos a un lugar nuevo para nosotros y en el cuál hay gente que no conocemos de nada, nos sentimos fuera de lugar. Aunque sí es cierto que si ese lugar es una iglesia, sabes que la gente que allí se encuentra se reúnen con el mismo objetivo que tú, el de consagrarse a Dios.
Pero siempre hay, aunque sea, una pizca de timidez en nuestra mente.
Intentamos caerle bien a la gente con toda clase de tácticas físicas, pero no nos damos cuenta de que ya estamos unidos gracias al espíritu que compartimos.
Que bueno es relacionarse con los hermanos que tenemos alrededor de este mundo.
Todo esto está muy bien y es óptimo, pero hay veces en las que no notamos un mismo espíritu entre nosotros y eso es porque hay anatema (pecado). Esto es algo que como dice la Biblia, sólo sale con oración y ayuno. Lo bueno es que cada uno se conoce a sí mismo. Sabemos en lo que pecamos y si no lo sabemos, Dios nos lo revela. Tenemos muchísimo trabajo personal a nivel de santidad, porque si queremos agradar a Dios como personas santas lo lograremos y recompensa tendremos, pero cuánto más se gozará Dios de que habitemos los hermanos juntos y en armonía como dice su palabra y que alcancemos bendiciones gracias a nuestro esfuerzo como Iglesia.
Vamos a intentarlo¡!

La opinión de Dios hoy se encuentra en: Mateo 18:20