domingo, 20 de julio de 2014

TODO PARA DIOS

En ocasiones, nos sentimos frustrados por la cantidad de defectos y errores que la gente nos encuentra y  buscamos alguien que nos entienda, pero es bueno darse cuenta en esos momentos de que nadie nos va a entender, sólo Dios, y que si somos sus hijos debemos de acudir a él como padre nuestro que es. Desde el principio, Dios nos ha dicho no te dejaré ni te desampararé. Pero parece que no entendemos lo que significa ese versículo. Porque si creemos que Dios no nos va a desamparar... ¿para que buscar consuelo en un humano? Igual es que Dios nos quiere moldear.
Es obvio que debemos de mejorar y dejar atrás los errores en los que continuamente estamos cayendo, porque es verdad que en la palabra se nos exhorta a que mejoremos para que las personas no tengan nada malo que decir de nosotros.
Pero, si de verdad queremos ser bendecidos empezaremos a hacer las cosas no para los hombres, sino para Dios.

La opinión de Dios se encuentra en Colosenses 3:23: Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;

sábado, 8 de marzo de 2014

UN MISMO ÁNIMO

Cuando vamos a un lugar nuevo para nosotros y en el cuál hay gente que no conocemos de nada, nos sentimos fuera de lugar. Aunque sí es cierto que si ese lugar es una iglesia, sabes que la gente que allí se encuentra se reúnen con el mismo objetivo que tú, el de consagrarse a Dios.
Pero siempre hay, aunque sea, una pizca de timidez en nuestra mente.
Intentamos caerle bien a la gente con toda clase de tácticas físicas, pero no nos damos cuenta de que ya estamos unidos gracias al espíritu que compartimos.
Que bueno es relacionarse con los hermanos que tenemos alrededor de este mundo.
Todo esto está muy bien y es óptimo, pero hay veces en las que no notamos un mismo espíritu entre nosotros y eso es porque hay anatema (pecado). Esto es algo que como dice la Biblia, sólo sale con oración y ayuno. Lo bueno es que cada uno se conoce a sí mismo. Sabemos en lo que pecamos y si no lo sabemos, Dios nos lo revela. Tenemos muchísimo trabajo personal a nivel de santidad, porque si queremos agradar a Dios como personas santas lo lograremos y recompensa tendremos, pero cuánto más se gozará Dios de que habitemos los hermanos juntos y en armonía como dice su palabra y que alcancemos bendiciones gracias a nuestro esfuerzo como Iglesia.
Vamos a intentarlo¡!

La opinión de Dios hoy se encuentra en: Mateo 18:20